La oración es la manera más eficaz de acercarse a Dios, el sustento del alma, el momento en que la criatura hace una pausa en su rutina para alzar la mirada hacia su Creador y contemplarle, entablar un dialogo amoroso y recargar el corazón de esa alegría y paz que Dios regala…
Cito las palabras del Santo Cura de Ars que nos dice: “Hermosa obligación del hombre: orar y amar. Si oras y amas, habrás hallado la felicidad en este mundo.”
En el Santuario San Ramón, la oración forma parte fundamental de las programaciones diarias. Es el punto donde gira toda la vida de los frailes. Sin oración el brillo del Santuario se apagaría y con él, todos los esfuerzos por acercar a las personas que acuden a él hacia un encuentro más íntimo con Dios.
En este tiempo de cuaresma, movidos por el ejemplo y camino de preparación que nos enseña nuestro Señor Jesucristo, “el orante por excelencia”, el cual manifestamos con diferentes actividades y detalles que nos ayudan a profundizar y cultivar en el espíritu, un matiz cuaresmal y, nos ayudan a recorrer un camino que prepara el corazón para recibir al Señor Resucitado, y permitirle de este modo hacer morada en cada uno.
Este tiempo de cuaresma nos invita a despojarnos de todo aquello que nos cierra el camino hacia Dios, y es a través de la oración, que se recibe la luz de Dios para ver qué es lo realmente importante, y poder esclarecer los oscuros del alma que nos imposibilitan para dar fruto, llevándonos a participar con gozo y alegría de la pascua de resurrección.
En el momento que se alimenta el alma con la oración, no estamos solos, sino acompañados por la presencia de Jesús y María, nuestra madre, tal como nos lo dice en el número 56 de nuestras constituciones: “ En nuestra oración, los mercedarios vivimos la presencia de María, la madre de Jesús que preside e inspira nuestra plegaria y con Ella glorificamos a Dios e imploramos sus misericordias para los oprimidos, alabamos su justicia con los poderosos y tratamos y tratamos de imitarla en su unión con Él en el ofrecimiento de la propia vida.”
San Ramón Nonato … Ruega por Nosotros.
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